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Testimonios

Historia de Kiren

Los invito a leer la historia de Kiren, que después de una larga lucha por quedar embarazada, su bebita falleció al poco tiempo de nacer.

Mi historia comienza así: me llamo Kiren, madre de mi hermosa Jane Stelle. Vivo en Panamá y pronto cumpliré 44 años. Me realicé una in vitro y el momento más feliz de mi vida fue recibir la noticia que estaba embarazada.

Todo mi embarazo transcurrió excelente hasta que un sábado por la tarde le escribí a mi doctora y le indiqué que no sentía a mi bebé.

Me mandó a hacer un monitoreo a la clínica y una vez ahí le envié una foto de los resultados. Ella me indicó que todo parecía normal.

El lunes le volví a escribir y le dije que seguía sin sentir movimientos, ya había pasado todo el fin de semana y me estaba preocupando.

Me dijo que si quería que me podía ver al siguiente día, lo cual accedí, ya que sólo me interesaba saber que mi bebita estaba bien.

Al día siguiente fui a la clínica y cuando me hizo un ultrasonido dijo que todo se veía bien y que la bebé se movía poco pero que se movía. Además, me dijo si quería me podía hacer otro monitoreo para que estuviera más tranquila.

Me explicó que el monitoreo que me había hecho previamente era válido por una semana, pero para que no tuviera que volver me podía hacer otro ese mismo día.

Cuando presentía que algo iba mal…

Salí de su consultorio algo preocupada y al hacerme el segundo monitoreo las enfermeras alarmadas llamaron a la doctora. Ahí me indicó que había que sacarme a la bebé de urgencia ya que se estaba quedando sin oxígeno.

La bebe nació pero se complicó con una infección, yo vi que mi Jane Stelle luchó, pero la infección fue mayor y le ganó.

Al segundo día de haber nacido mi pequeña partió.

No quedé satisfecha con los argumentos de la doctora. Ella había sido mi doctora por años, sabía toda mi historia, todo por lo que tuve que pasar para llegar a la fertilización in vitro. Ella estaba al tanto que mi hija significaba todo para mí.

Ya han pasado 7 meses de ese doloroso suceso. Sólo pido a Dios que me dé la oportunidad de tener su hermanito o hermanita. Aunque estoy anuente que un nuevo bebé no es un reemplazo tengo mucho amor para dar y jamás olvidaré mi primer y gran amor. 

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