Sintomas de perdida en mi embarazo header
Posts

Síntomas de pérdida en mi embarazo

Les quiero contar un poco de los síntomas de pérdida que viví en mi embarazo y cómo de la felicidad pasamos a pena de la pérdida de nuestro hijo.

Cuando supimos que estábamos embarazados, teníamos 6 semanas de embarazo, llevaba dos semanas de atraso sin siquiera darme cuenta. Obviamente que la primera emoción que se me vino a la cabeza fue de miedo e incertidumbre, pero sin duda sentí una felicidad enorme. Andrés estaba igual, en shock, y lo primero que hizo fue mostrarme una tremenda sonrisa. Sólo éramos capaces de ver el test de embarazo con el signo +

Tenía claro que no podíamos decir nada hasta tener los 3 meses, así que lo primero que hicimos fue buscar qué podía y no podía comer, y el lunes pedir hora con nuestro médico de cabecera. A modo de paréntesis, con Andrés vivimos en Canadá y el sistema de salud funciona con un médico de cabecera, el cuál te deriva a un especialista a medida que uno lo necesita. 

Lunes en la mañana lo primero que hago es llamar a la consulta y pedir hora para la semana siguiente. ¡Que nervio! ¡Es real lo del embarazo! Siempre lo vi como algo taaan lejano y nos pusimos en campaña hace tan sólo un mes. 

La visita al Doc

Llegamos a la hora con la Dr. Stephanie Chu. Nos hizo un par de preguntas como: cuándo fue mi último período, si me sentía bien, que no me preocupe si tengo spotting o goteo, ya que puede ser normal pero si se extiende más de dos días que le avise y, finalmente, me preguntó si sentía calambres.  Creo que fue primera vez que escuchaba esa palabra…mmm calambres… no, no sentía calambres, pero sí había sentido retorcijones, que la verdad los asociaba por haber comido algo más que a un calambre por el embarazo. 

Me pidió exámenes de sangre y nos habló acerca del examen genético (les hablaré de esto en otro artículo más detallado). ¡Gracias Doc! y nos fuimos.

Bueno, sin darnos cuenta llegó el día en que nos tocaba la eco de las 8 semanas. Lo que pasó después ya se los conté, pero si no lo leyeron, en resumen nos dijeron que debíamos esperar y volver en 2 semanas porqué: 1) o el cálculo de las semanas de embarazo no estaban correctos o 2) algo no estaba bien.

Esas dos semanas fueron eternas, llenos de angustia, pena, dolor…. y calambres (o contracciones como después aprendí).

Los sentía cada mañana, pero nunca los asimilé con algo que no iba bien. Recién ahora, mirando hacia atrás, me doy cuenta que esos calambres no eran normales y que nunca más los volví a sentir.

Por lo menos ahora puedo decir cuando son calambres o retorcijones, y créanme…son distintos. 

¿Qué síntomas de pérdida tuve en mi embarazo?

En realidad este fue el único síntoma que tuve o por lo menos del que fui consciente. Probablemente si buscas en internet vas a encontrar muchas paginas donde enumeran 5, 10 o incluso 15 síntomas de perdida en el embarazo. Pero tengan claro que cada cuerpo es diferente y va a reaccionar distinto. Yo no siquiera tuve nauseas ni mareos y el único síntoma de perdida que tuve fueron los calambres.

Por eso es muy importante que siempre consulten con su médico primero. Google tiene muchas cosas, pero no siempre encontramos la información correcta. En nuestra consulta con la Doc. mencionó que podía sentir calambres y que puede ser normal.

Uno de los grandes aprendizajes de esto, es que creo que por primera vez comencé a cuidar y escuchar mi cuerpo. Respetarlo con la comida que ingería, con los pensamientos que tenía hacia mi y hacia otros, a tener actividad física y que fuera reconfortante para mi. 

‘‘Tu cuerpo es tu templo’’, ese dicho que lo hemos escuchado más de una vez, lo hice consciente en esta oportunidad.

Hasta hoy, seguimos en búsqueda de otro pirigüín y he escuchado a mi cuerpo más que nunca. Siendo algo súper básico, no siempre lo hacemos. Lo importante es que conozcan, confíen y respeten su cuerpo.

Si están buscando quedar embarazadas y/o vivieron una pérdida de su embarazo, no se desanimen, no maltraten su cuerpo, no se castiguen, que cuando ese pirigüín llegue, su cuerpo será su hogar y debemos cuidarlo, por nosotras, por ell@s y por el respeto que nos merecemos.

Deja un comentario