Querer ser madres y tener que esperar.
Cuando por fin decidimos ser madres y debemos esperar
¿A cuántas de ustedes una vez que tomaron la decisión de ser madres les ha tocado esperar?
Quiero ser súper honesta con ustedes. Nunca tuve esas ganas locas de ser madre. Sé que lo seré algún día pero estaba disfrutando mi juventud sin apuros y sin la idea de tener un bebé pronto.
Claro, con el tiempo las cosas cambian, uno cambia. Y al haber encontrado a mi verdadero partner sí, nos dieron ganas de ser padres. Uno nunca se imagina que debe esperar. Especialmente cuando uno ve que alrededor (y probablemente para muchas) es fácil quedar embarazada.
Al principio viene como una idea muy tímida, donde uno se abre a las posibilidades. De hecho recuerdo perfecto el momento en que decidimos que queríamos ser padres. Fue un día de otoño ya viviendo en Vancouver y estaba tomando mi curso para ser instructora de yoga.
Ese día en la mañana, después de que lo habíamos conversado un par de veces las últimas semanas, decidimos que iba a dejar las pastillas y abrirnos a la hermosa posibilidad de tener un hijo.
El proceso de dejar las pastillas nunca es fácil, ya las había dejado anteriormente y me tomó meses volver a tener mi período en su ciclo normal, no me asusté porque ya conocía mi cuerpo y tampoco estábamos apurados …dejamos que la vida fluya.
Varios meses después tomamos la decisión de casarnos y obviamente que lo haríamos en Chile. Para ser honestos ahí comenzamos a cuidarnos de nuevo porque no quería estar en plena despedida de soltera embarazada, sino que quería disfrutar cada momento con mis amig@s y familia sin limitarme por el embarazo.
Después de eso, ahí sí nos pusimos en campaña y fue cuando quedamos embarazados y tuvimos nuestra pérdida.
Cuando empezamos de verdad la búsqueda de nuestro piriguin, pasaron tan solo dos meses en quedarme embarazada y nunca olvidaré la impresión, miedo, alegría, entusiasmo, incertidumbre que sentí cuando vi ese signo + en el test de embarazo.
Hoy ha pasado más de un año de nuestra pérdida y seguimos en la espera.
Uf, esa espera que al principio te descoloca, te empuja al límite y hace que te pruebes emocionalmente a muchos desafíos. Nos hemos fortalecido enormemente desde que vivimos nuestra pérdida y nuestro duelo.
Después de muchos procesos internos, reflexión, hoy estamos en búsqueda de nuestro bebe arcoiris pero sin apuro, sin desesperarnos…sabemos que si tiene que llegar, llegará.
Aprovecho la instancia para dejarles el link de mi último post https://peloalviento.com/destino-no-es-ser-mama/
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